Suscríbete a nuestra newsletter y consigue gratis el PDF ”5 pasos para ser creativa en la cocina”.


Al hacer clic en el botón, aceptas la política de privacidad de este web. Y aceptas suscribirte al boletin.


X

¿Qué relación tienes con tu alimentación?

Imagen de qué relacion tienes con tu alimentación
¿Y tú? ¿Qué relación tienes con tu alimentación?

Alimentarse es mucho más que la acción de comer cuando tienes hambre. Alimentarse es un proceso lleno de actividades con las que no debes sentir ninguna carga para garantizarte que es SALUDABLE en todos los sentidos.

No perdamos de vista el objetivo: nutrirnos. Ofrecer a nuestro organismo los nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento. Estos nutrientes los conseguimos a través del alimento que ingerimos pero muchas veces nos encontramos con obstáculos para llegar a hacerlo de la mejora manera.

¿Cuál es el proceso desde que eliges los alimentos hasta llegar a degustarlos?
Aquí te presento un proceso con 3 grandes momentos planteando las cargas con las que te puedes encontrar y los recursos para darle un vuelco a la situación para hacer que juegue a tu favor.

1.- Escoges los alimentos:


Situaciones "carga" con los que nos podemos encontrar en este primer paso:

-No nos gusta ir de compras.
-No tenemos tiempo destinado para comprar.
-Vamos a comprar cuando no es el momento adecuado (tenemos hambre) y acabamos comprando lo que necesitamos y muchas más cosas por impulso que no haría falta.
-Nos dejamos llevar por la comida preparada o fácil de hacer.
-Somos tentados por los envoltorios con imágenes atractivas.
-Las ofertas se hacen irresistibles cuando no vayamos con una lista de la compra cerrada.
Todo esto puede hacer que no nos sintamos bien y notemos tensión en este primer paso.

¿Qué podemos hacer para estar bien escogiendo y comprando?

1.-La elección debe ser muy consciente y te recomiendo que siempre sea lo mejor, porque para ti, ¡debe ser el mejo

Para mí, lo mejor es: ecológicos, de calidad, variado, mucha verdura y fruta, cereales integrales versus los refinados, proteína vegetal en mayor proporción que la vegetal, aceite de oliva, frutos secos y semillas como base de la alimentación diaria y para beber, el agua es la mejor opción.

2.- Dedica el tiempo proporcional de satisfacción. Si no te gusta, dedica el tiempo justo y necesario y si te gusta, ve a comprar todos los días. Lo importante es que encuentres tu punto de confort.

3.- Ve a comprar en establecimientos que te aporten, no te quedes con un único centro comercial.

4.- Que no te falte la claridad de haber consultado antes tu despensa: Importando la lista de la compra (con el formato que más práctico te resulte).

5.- No te dejes engañar por las apariencias de los envoltorios e invierte un tiempo inicial en legar etiquetas antes de poner el paquete en el carrito de la compra.

6.- No compres guiado por el precio y las ofertas exclusivamente, sino que busca alimentos de calidad, más que productos.

2.-Prepara los alimentos en platos que reúnan 3 requisitos: saludables, equilibrados, bonos y bonitos.



Situaciones "carga" con las que te puedes encontrar:

1.- Que no te guste cocinar.

2.- Que no tengas tiempo priorizado para cocinar.

3.- Que te suponga una carga tener que cocinar por todos los miembros de la familia y que además tengan distintas demandas.

4.- Que te suponga una carga tener que pensar en el platreceta de cada comida y día.

5.- Estar aburridos de los mismos platos todos los días.

6.- Vivir con la incertidumbre de si lo estarás haciendo bien (la combinación, el sabor).

¿Qué podemos hacer para sentirte bien cocinando?

1.- Si no te gusta cocinar puedes compartirlo con alguien de casa, encargarlo hacer o comprarlo buscando la calidad y el artesano.

2.- Si no tiempo asignado: hazlo y si te encanta, cocina cada día y si no practica el batchcooking y/o congela.

3.- Haz un plato único y que cada uno acabe su especialización. (Si son pequeños, recuerda que, a partir del año, su alimentación puede ser como la tuya. No les cocines “comida de niños” pensando que se lo comerán mejor porque esto es una creencia bajo la que nos hacemos una historia los padres. Es necesario que lo cambiemos)

4.- Prepara un menú que te sirva de guía. No sea una pauta rígida, sino un recurso facilitador para tu día a día. ¡Pensar menos!

5.- Aplicar la herramienta de "la crea platos de las buenas ideas". Se trata de listar cada grupo de alimentos, visualizarlo en columnas diferentes (verduras, proteínas, cereales, especias, hierbas aromáticas y frutos secos+semillas) y “juega” a hacer combinaciones diferentes.

6.- Si dudas es que no estás seguro y si quieres estar seguro consúltalo a un especialista (nutricionista, coach nutricional o técnico en dietética y nutrición) que te ayude y te forme.



3.- La ingesta de la comida. ¡Vamos a comer!

Aquí puede aparecer el mayor conflicto de nuestra relación íntima con la alimentación: Las restricciones de según qué alimentos por la eterna dieta y la culpa posterior por haber hecho todo lo contrario de lo que pensamos que nos conviene.

1.- No puedo, no “tengo que..”. La eterna restricción

2.- “Qué mal me siento”

3.- Como rápido, descontrolado y de forma compulsiva Y necesito comer dulce al anochecer pero no tengo control.

¿Qué podemos hacer para sentirnos libres comiendo?

1.- Llevar un orden y equilibrio: de horario, de platos, de cantidades.

2.- Realizar una alimentación muy variada en sabores, texturas, colores, olores, formas. Todo está permitido.

3.- Tener una relación sana en las fases anteriores.

4.- No seguir una dieta llena de restricciones, si no cargada de elecciones conscientes.

5.- No renunciar al sabor dulce por creer que es malo, si no es necesario que los alimentos pasen un buen casting antes de que formen parte de ti.

6.- Hacerte una gran pregunta y descubrir, cada vez que comes compulsivamente y sin control el dulce, sobre todo, al anochecer: ¿De qué tengo hambre? ¿ES un hambre real o es hambre emocional?

Cuando no nos sentimos suficientes, cuando sentimos frustración, sentimos ansiedad y el ansiolítico que tenemos a nuestro alcance y es bueno es el azúcar.

En vez de pasar a castigarnos y sentirnos mal por eso seamos compasivos con nosotros mismos, cuidémonos, mimémonos y descubramos qué hay detrás de esta manera de comer que hace que nuestra relación con la alimentación no sea saludable.

Si te sientes reflejada en alguna o todas de estas "cargas" en tu relación con tu alimentación, piensa que, hasta que no las soluciones, en alguno de estos 3 momentos principales te sentirás mal.

Ahora hemos puesto "todas las cartas sobre la mesa", seguramente has podido identificar dónde necesitas hacer un cambio. 

Tengo una muy buena noticia: te podemos ayudar en tu caso personal. No más enfados ni carga relacionado con lo más vital de tu día a día: El proceso de tu alimentación!! Cica al enlace, te lo cuento: https://www.lespigador.com/es/producto/taller-de-cocina-personalizado/